9 julio 2023 (2): Del bolsillo exhausto a la faltriquera ahíta

La inflación, y muy especialmente la que afecta a los alimentos y otros bienes y servicios de primera necesidad, está teniendo catastróficos efectos sobre las economías más vulnerables. Así lo ponen de manifiesto algunos informes publicados recientemente, entre los que se cuenta uno de la prestigiosa ONG, Oxfam Intermon.

Lo que confirman estos estudios es lo obvio, que, si suben los precios de los bienes imprescindibles para la supervivencia muy por encima de lo que crecen los ingresos que el trabajo por cuenta ajena proporciona, quienes perciben las rentas salariales más bajas no pueden hacer frente a los gastos corrientes y caen en la pobreza, más o menos severa.

Estamos ante una emergencia social sin precedentes próximos en el tiempo a la par que, como otros informes también evidencian, se disparan los beneficios de las compañías de los sectores alimentario y energético. Blanco y en botella: la inflación tiene su principal origen en los márgenes comerciales desmedidos, en definitiva, en la codicia sin límites de muchas empresas.

Estamos pues asistiendo a un obsceno trasvase de riqueza desde los patrimonios y las rentas más modestas a las grandes y medianas fortunas. Se ahonda así la sima de la desigualdad y se camina con paso firme hacia una sociedad bipolar, donde la clase media es una especie en peligro de extinción.

Las consecuencias de esta involución (también financiera, porque la “medicina” anti inflacionaria de la subida de tipos de interés solo beneficia a la banca y acaba de hundir las economías domésticas) serán trágicas. Y no solo por el empeoramiento de las ya difíciles condiciones de vida de una mayoría social. Las bajas rentas ahogarán el consumo y propiciarán nuevas crisis; al tiempo que la carencia de estímulos va a desmovilizar la iniciativa y la creatividad técnica de quienes viven  merced a los salarios que perciben.

Este, desafortunadamente, es el caldo en el que se cuece el potaje apocalíptico constituido por la desafección al sistema democrático, el odio interclasista, el auge de la solución “fácil” que propone el autoritarismo y el rechazo visceral al diferente, sobre quien este decadente imperio va a hacer caer toda la culpa del desastre que se avecina, si es que ya no está aquí.