8 abril: Pájaros de mal agüero
- Javier Garcia

- 10 may 2020
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Como en el caso de “los partidos del siglo”, que se repiten dos veces por temporada, los sensacionalistas, que convierten cualquier sucedido menor en un gran acontecimiento, afirman que esta pandemia lo cambiará todo. Hasta el punto que tendría sentido un nuevo calendario: A.C.: Antes del Coronavirus; D.C.: Después del Coronavirus.
Pese a que en esta ocasión la razón esté más cerca de las posiciones de los agoreros, diré que en el devenir humano se mantienen ciertas constantes con la misma contumacia que se conservan las que rigen el mundo natural. Así, decía Benjamin Franklin (otros piensan que Daniel Defoe), que en este mundo nada se puede considerar cierto o ineludible salvo la muerte y los impuestos; y a fe que tenían razón: ya veréis cómo no hay demoras en los plazos para la declaración de la renta. Tampoco alberguéis ninguna duda de que esta catástrofe, como cualquier otra, golpeará con mayor dureza a los pobres. Abandonad también cualquier esperanza (y no es el eslogan de los cementerios) de que los grandes financieros muestren generosidad ante la desgracia. Hasta el mal tiempo sigue siendo predecible: siempre vuelve por Semana Santa.

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