7 septiembre 2025 (2): mentiras palmarias
- Javier Garcia
- 7 sept
- 2 Min. de lectura
El exitoso escritor Arturo Pérez-Reverte afirmó recientemente que "la monarquía, la Guardia Civil y el fútbol es lo único que une a los españoles". ¿Cómo os quedáis?
Vamos con la monarquía, Adolfo Suárez reconoció que la forma de la jefatura del estado no se sometió a referéndum porque, ya entonces, temía por la suerte del trono si la persistencia de este se sometía a la voluntad popular. Bastantes décadas después, aquel que encarnaba la institución, nombrado por Francisco Franco, pasa sus últimos años en el Medio Oriente para que, los que no suscriben esa unidad en torno a la corona que proclama el insigne corresponsal de guerra, no hallen más excusas para atacarla.
Respecto de la Guarda Civil, qué se puede decir aparte de constatar la evidencia de que fue el mazo con el que la dictadura golpeó la disidencia política rural y que su actual UCO, encargada de perseguir los grandes delitos y la corrupción, parece que muestra un gran celo en determinadas investigaciones mientras exhibe una cierta pachorra ante otros casos. En definitiva, que hay muchos españoles que, por razón de la historia pasada del cuerpo creado por el Duque de Ahumada, o como resultado del actual desenvolvimiento de sus miembros, no ven nada bien el uniforme culminado en el tricornio.
Y termino con el fútbol. Que no es símbolo de unión sino todo lo contrario lo ve hasta un niño de tiernísima edad: las hinchadas se enfrentan cotidianamente, en el mejor de los casos solo dialécticamente y, en lo que toca a la selección, no hay que olvidar que hay muchos españoles a su pesar que apuestan por otros combinados nacionales.
O sea, que no sé si hay alguna cosa que une a todos los que compartimos nacionalidad oficial, probablemente sí, pero lo que es evidente es que no es la monarquía, la Guardia Civil o el fútbol el nexo que nos vincula.
Así que, Arturo, no creo que muchos compatriotas juzguen tus palabras ajustadas a la realidad. Tal vez lo que quieres decir es que esas son las cosas que unen a la gente que piensa como tú o, como diría el otro, a los españoles de bien. Ocurre, queridísimo autor de literatura patriótica, que el país no es como algunos quisierais que fuera, está lleno de malos españoles: rojos, nacionalistas periféricos y, hasta si me apuras, inmigrantes, que no os hacen el caldo gordo.
Alguno ya propuso la solución a este terrible mal: fusilar a las decenas de millones de traidores. Y si no, pues a aguantar la disidencia, las distintas formas de pensar y la diferente manera de entender la comunidad institucional y la cultura compartida. ¡Ah! Por cierto, esos que piensan diferente, si son mayoría, tienen todo el derecho a implementar sus políticas aunque a tu juicio rompan España. Un saludo cordial.
Comentarios