5 junio 2022 (2): Una rana de otro charco

Ante la que se promete esplendorosa temporada turística estival, quien más quien menos va tomando posiciones y la patronal de la hostelería, muy nerviosa por la posibilidad de que el esclavismo que practicaba tuviera feliz término y que esas “medias jornadas” de doce horas diarias seis días a la semana, pagando la mitad del salario mínimo interprofesional, pasaran a la historia, ha ido de llorica al Gobierno con el eterno cuento de la competitividad y los ajustados márgenes.

Y se ha salido con la suya: pese a que la reforma de la Reforma Laboral del Ministerio de Trabajo prometía mejores condiciones a cocineros, camareros y kellies, ha irrumpido el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones cediendo servilmente a las presiones y proponiendo una reforma del reglamento de la Ley de Extranjería para facilitar la contratación de trabajadores foráneos desde sus países de origen y el acceso al mercado de trabajo de los que ya viven aquí, con el evidente propósito de que los recién llegados acepten el chantaje patronal y los locales se queden compuestos y desempleados.

Que me perdonen los esforzados y explotados currelas latinoamericanos, pero esto es mercadear con carne humana a la manera que se controla el precio del pollo. Y lo indignante es que lo proponga un señor que se llama socialista y que, para más inri, se responsabiliza de una cartera con tanto empaque social. Claro que no nos debe sorprender el torpedo a la línea de flotación de la equidad y el trabajo digno que ha lanzado este submarino de la ortodoxia neoliberal porque, no lo olvidemos, ya disparó otros, como aquel sugiriendo la conveniencia de trabajar hasta los setenta y dos años. En fin, un socialista más que nos sale rana mientras el Gobierno en pleno baila aquello de Ricky Martin: “un pasito p’alante María, un pasito pa’atrás”.