31 julio 2022 (1): De la necesidad virtud
- Javier Garcia

- 31 jul 2022
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Ante los problemas de abastecimiento de gas, la Unión Europea ha impuesto a sus socios recortar un 15% su consumo, salvo en el caso de los países ibéricos a los que solo se les exige un compromiso de reducción del 7%.
No sé si soy muy corto o ignorante de solemnidad, pero se me hace muy difícil entender cómo pretende la Comisión imponer estas restricciones, y no se me argumente ese chocolate del loro de los edificios públicos y entornos laborales un poco más calientes en verano y fríos en invierno. La única forma operativamente viable que veo es, mediante el concurso de contadores habilitados para ello, ir alertando al consumidor, da igual si industrial o doméstico, de que está incurriendo en un consumo excesivo y proceder al corte del suministro si, tras reiterados avisos, el cliente los ignorara y siguiera quemando combustible a las mismas o superiores tasas.
No lo puedo afirmar con rotundidad, pero dudo mucho de que los distribuidores dispongan de esta información en tiempo real, y más aún de que las tales empresas sean capaces de analizar “inteligentemente” tal aluvión de datos y, además, se muestren dispuestas a denunciar ante las administraciones competentes en detrimento de los intereses de sus clientes.
Amén de la problemática operativa se agiganta la cuestión moral. ¿Va a emplear la UE un “rasero plano” para juzgar todas las conductas (o sea, exigiendo a todo el mundo el mismo porcentaje de ahorro energético), o tiene bien definido a quién se le puede pedir mayor esfuerzo y en qué medida? Porque determinadas actividades industriales o de servicios públicos esenciales pueden y deben preservarse, y porque sería muy injusto que se impusiera la misma disminución porcentual a propietarios de piscinas climatizadas y mansiones que a los más modestos habitantes de, a su pesar, infraviviendas de bajísima eficiencia energética. ¿Hay ideas o proyectos para reglamentar todo esto? Caso de que así fuera, ¿será dicha normativa de aplicación universal o dejada al albur de las decisiones de administraciones nacionales y regionales? Según escribo esto, oigo que se piensa sancionar a los “despilfarradores”, ¿de verdad alguien se cree que con los precios actuales del gas nos vamos a chutar con metano?
Además, las objeciones y dudas en torno a la medida adoptada se agigantarían si el próximo invierno fuera particularmente riguroso o si las circunstancias internacionales cambiaran de modo inopinado y a contracorriente de la estrategia marcada.
Claro que luego hablan de que las reducciones del consumo tendrán carácter voluntario; en fin, que no hay quien entienda todo este lío. En el fondo supongo que, debido a la recesión, están convencidos de que el consumo de energía se desplomará espontáneamente, muy por debajo de lo solicitado, sin necesidad de medida coercitiva alguna.

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