top of page

27 diciembre (1): Extrañas fiestas

  • Foto del escritor: Javier Garcia
    Javier Garcia
  • 27 dic 2020
  • 2 Min. de lectura

Insólitos fastos los que estamos celebrando. Como en los toros, "si la autoridad los permite", y sometidos a unas restricciones tan variables en el tiempo y el espacio que hay que consultar diariamente, al menos, dieciocho boletines oficiales (el del Estado y los de las diecisiete comunidades autónomas) para saber qué veleidades nos están permitidas; eso si no tenemos familia destacada en algún otro punto de la Unión Europea, en cuyo caso mejor que nos encomendemos a San Benito, patrono de la tierra de la raptada por Zeus que, como autor de la más antigua regla monástica, sabía algo de normas e imposiciones.

También el solsticio ha sido excepcional, porque lo ha acompañado la conjunción planetaria de Júpiter (otra vez el raptor) y Saturno. Para los supersticiosos no son buenos augurios. Máxime cuando nos han aderezado los prolegómenos de las fiestas con la alarmante noticia de una nueva mutación del virus, surgida en Reino Unido que, según los primeros datos todavía sin confirmarse, parece que es más contagiosa. A veces tengo la impresión de que, ciento cincuenta años después de publicarse, nadie entiende la teoría darwinista de la evolución por selección natural. Es de curso introductorio de biología que los virus actuales han de diferir notablemente de los que iniciaron la pandemia; también que la tendencia a ser más contagiosos y menos letales forma parte del arsenal adaptativo de cualquier patógeno y, termino, si se aíslan poblaciones, como se ha hecho al confinar y limitar desplazamientos y contactos, se dispara (ved que voy aprendiendo del lenguaje bélico de los medios) la especiación.

Así seguiremos, de sobresalto en sobresalto. Porque tengo la impresión de que la situación que estamos viviendo se parece a la ya próxima temporada de la sidra: mientras la espita permanece cerrada, el rico fermentado de manzana dormita en la kupela; no emborracha, pero tampoco disminuye su volumen. Tan pronto se procede al "txotx", el fluido liberado mana sin detenimiento. Así que, cuanto más tiempo permanezca el grifo cerrado, más durará la sidra. Esto no parará hasta que el nivel de líquido descienda de la altura donde se inserta el grifo.

Otra alternativa más rápida, la que debemos poner en marcha cuanto antes, y perdónenme los amantes del embriagador zumo, es acelerar el proceso de transformación de la sidra en vinagre. O sea: vacunar a todo lo que da. Por cierto, hay muchas formas de asegurarse de la vacunación de un porcentaje suficiente de la población. La primera alternativa, por supuesto, es dejar esta opción a la libre decisión de la ciudadanía. Pero, si al cabo de un tiempo, se viera que la "inmunidad de rebaño" estuviese comprometida por la insuficiente colaboración solidaria, soy partidario de que, para el ejercicio de determinadas libertades, como desplazarse sin trabas, alojarse a capricho o disfrutar de los espectáculos públicos, se exija el certificado de estar convenientemente vacunado. Muchos más pelos hemos dejado en la gatera.

Mientras esperamos tiempos mejores, y más que en ningún otro año, precisamos de un feliz reencuentro con todos nuestros seres queridos. Que seáis dichosos y que tengáis amor.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
30 noviembre 2025 (2): El bazar en la red

Como hace tiempo que había dejado de prestar atención a las redes sociales, casi me había olvidado de la enorme capacidad de creación de negocio que fluye digitalizada. Es por eso que me ha pillado de

 
 
 
23 noviembre 2025 (3): Tsunami de despropósitos

El mismo día que el fiscal general del estado era insólitamente condenado por una filtración informativa, cuyo origen en la acusación pública no parecía evidente, salvo para el tribunal que lo juzgó,

 
 
 

Comentarios


Formulario de suscripción

688806378

©2020 por El observador inercial. Creada con Wix.com

bottom of page