26 octubre 2025 (3): Nubes muy sólidas, ¿o no?
- Javier Garcia

- 26 oct
- 2 Min. de lectura
Hace tiempo que me manifiesto contrario a la digitalización, tal como se ha impuesto. He criticado que se haya convertido en un pretexto para trasladar numerosas actividades de escaso valor añadido al cliente final que, por sorprendente que parezca, paga lo que él mismo hace, en vez de obtener un descuento por ello; y ahora toca meterse con la famosa nube.
Resulta que la nube, lo mismo que la Luna de Valencia, en la que están quienes se tragan las mentiras del sistema sin crítica alguna, no existe. Me refiero a que la acumulación de datos no es etérea, tiene un soporte sólido en la forma de grandes infraestructuras, conspicuas e insaciables consumidoras de energía para su funcionamiento y de agua para su refrigeración; monstruos devoradores de recursos que agravarán la magnitud del cambio climático.
Son sólidas pero frágiles, quiero decir que, por muchos motivos, pueden dejar de funcionar correctamente. Y eso es lo que ha pasado recientemente con las "nubes" propiedad de Amazon, dejando a miles de empresas y millones de usuarios con un palmo de narices, al no poder desarrollar con normalidad sus actividades cotidianas, hoy canalizadas por la red de redes.
Advierto a los ingenuos que estas caídas de los servicios telemáticos aumentarán en frecuencia y, lo que es peor, en la magnitud de los desaguisados consecuencia de sus disfunciones. Es inevitable, porque las infraestructuras siempre irán por detrás del creciente uso, especialmente tras la explosión de la denominada Inteligencia Artificial y, no digamos nada, si finalmente la computación cuántica se generaliza como herramienta de uso al alcance del público general. Recuerdo aquí a los optimistas que nuestros bienes, al menos buena parte de ellos, son hoy simples apuntes informáticos; ¿os imagináis lo que pasaría si un fallo sistémico borrara cualquier registro de nuestras cuentas bancarias, inversiones o escrituras de propiedad? Pues eso.
Y termino con los riesgos de este modelo de funcionamiento del mundo: resulta que la mayoría de todos esos sensibles datos, también los referidos a nuestra salud, situación financiera o posicionamiento ante los problemas personales o globales, se guardan en repositorios semiconductores sitos en la metrópoli del imperio. O sea, que nos tienen cogidos por las partes blandas, porque el gobierno que gobierna a todos los demás gobiernos (parafraseando la retahíla del anillo de poder de Sauron, en "El señor de los anillos", de Tolkien) o sus todopoderosas empresas pueden, si quieren, dejarnos sin existencia digital o emplear toda la información acerca de nosotros para propósitos que no son de nuestro interés, sino todo lo contrario. Pues eso.

haz como yo, mete las escrituras en papel en una caja de zapatos que es más seguro