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2 noviembre 2025 (1): ¿Soberanía, qué soberanía?

  • Foto del escritor: Javier Garcia
    Javier Garcia
  • hace 5 días
  • 2 Min. de lectura

El ministro de Defensa de Estonia que, hasta hace muy poco, solo era conocido en su casa a la hora de comer, y porque tiene buen saque, afirmó reciente y literalmente que "el 2 % del PIB dedicado a defensa no es suficiente para España".

Eran pocos quienes nos mangoneaban, y parió la fértil abuela de nuestra debilidad un insolente más (antes ya había dado a luz a otros inquisidores de nuestro vagar internacional, también del noreste de Europa), y a un buen número de ex colonias que nos solicitan un acto público de contrición verdadera por los pecados cometidos. Porque, a mediados de los ochenta del siglo pasado, nos adherimos al club de la Unión Europea y, desde entonces, las decisiones gubernamentales y administrativas más impactantes en nuestra vida ordinaria se adoptan en Bruselas; porque, un poco antes, ya éramos miembros de la OTAN, de modo que nuestra defensa e, incluso, la política exterior general están regidas por los posicionamientos estratégicos de esta organización militar; porque, todavía mucho años atrás, en el remoto 1953, la España franquista suscribió una serie de tratados con los Estados Unidos de América que permitieron a estos disponer de bases militares, aéreas y marítimas, en nuestro territorio; y, termino, porque apenas poseemos reservas de ninguna materia prima estratégica, de modo que dependemos de los grandes suministradores de gas y petróleo del Oriente Medio y América, de los de uranio en África (gestionados por empresas de algún vecino de la Unión) y de los que aprovisionan, desde esa misma África o Asia, de numerosos metales, hoy imprescindibles para la electrónica y la digitalización masiva.

Pero volvamos a la disputa iniciada por el nórdico; para darnos cuenta de la osadía de este pequeño retador (teniendo en cuenta el país que representa) basta dar algunos datos numéricos: la población y PIB estonios son, aproximadamente, la mitad de los que posee Euskadi y su superficie es de tamaño parecido a la de Extremadura. Vamos, que en materia de defensa el crecido ministro que vino del frío manda mucho menos que el director general de la Ertzaintza.

Se nos sube a las barbas a nosotros, con más de 40 millones de habitantes, un PIB que multiplica por más de treinta el de Estonia y una superficie de medio millón de kilómetros cuadrados. Que quienes, vestidos de los tercios de Flandes, añoran el imperio en el que nunca se ponía el Sol, tomen nota del respeto que suscitamos por parte de cualquier gobierno de su cuerda, y también los soberanistas de estos lares, porque tras nuestra hipotética independencia habríamos de aceptar los consejos y críticas de las Islas Feroe, so pena de quedarnos sin bacalao al pil pil.


 
 
 

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