26 marzo 2023 (2): Los alemanes contra la Termodinámica
- Javier Garcia

- 26 mar 2023
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 6 abr 2023
El mundo este de la realidad alternativa ha convencido a todos los políticos, a una buena parte de los ciudadanos de a pie e, incluso, a un cierto número de "científicos", de que por la tecnología podemos violar las leyes de la naturaleza. Así, se habla sin sonrojo de la transmisión de datos instantánea, de la producción industrial átomo a átomo, de economía circular, que es equivalente a aceptar como posibles procesos macroscópicos reversibles y, claro, también de "energías renovables", término igualmente equívoco, puesto que la energía puede transformarse, realizar un trabajo o disiparse térmicamente, pero nunca se renueva.
La última de las patadas a la Física que he leído es esa de "combustibles neutros en términos de emisiones de CO2", que creo se ha inventado con el único fin de disfrazar una profunda discrepancia con el feliz ropaje de un acuerdo satisfactorio para las partes enfrentadas. Me estoy refiriendo a la crisis aflorada en la Unión Europea como consecuencia del intento de la Comisión de prohibir fabricar vehículos impulsados por motores de combustión interna a partir de 2035. Alemania, paradójicamente gobernada por una coalición que incorpora a los "verdes", se opuso de modo tajante, defendiendo a su potente sector automovilístico en detrimento de la preservación del medio ambiente, lo que ha implicado una renegociación de los términos de la mencionada prohibición que ha concluido por aceptar la producción de coches con motor convencional, pero cuya combustión arroje un balance nulo en lo que se refiere a la liberación del maldito gas de efecto invernadero.
Por supuesto que no hay quema de compuestos carbonados sin emisión de dióxido de carbono. Lo que se nos quiere vender es que, merced al empleo de combustibles sintéticos que, supuestamente, se producen a partir de "energías renovables" (ya empezamos mal) y a que, en algún momento de su ciclo de creación, fijan al menos la misma cantidad de CO2 que la liberada tras su quema, los vehículos así impulsados no contribuirían un ápice al calentamiento global.
Empiezo por recordar que en 2035 las denominadas " renovables" seguirán teniendo una cuota minoritaria sobre la totalidad de las fuentes de energía. De modo que, aún en el supuesto caso de que la producción de estos limpísimos combustibles se hiciera exclusivamente en base al empleo del viento, el agua o el Sol, millones de coches requerirían tal cantidad de Kw.h que obligarían a incrementar la cuota del consumo energético procedente de fuentes convencionales (nuclear o térmica) para atender a la demanda desde otros sectores. Peor todavía: por ser la molécula de dióxido de carbono muy estable, su transformación en otros compuestos es extraordinariamente costosa en términos del balance energético y, consiguientemente, muy poco eficiente. Ya lo vaticinan hasta los que no tienen ni idea de todo esto, y me estoy refiriendo a los ubicuos economistas, al caer en la cuenta de lo carísimos que son estos productos y las cantidades exiguas que se producen.
La propuesta germana, aceptada sin rechistar por esta Europa que anda por ahí con los pantalones en los tobillos, no es más que un burdo "greenwashing", de esos que precisamente la Comisión dice querer combatir.
Así las cosas, no albergo esperanza alguna de que el calentamiento global se detenga, ni siquiera de que se ralentice. Vamos a aprender las leyes de la naturaleza del mismo modo traumático que los escolares de hace medio siglo, víctimas de la pedagogía que tenía por eslogan eso de que "las letras con sangre entran".

en todo esto, recuerdas la canción italiana "Parole, parole"? pues cabia por "Comedia, comedia" y tienes clavada la política de Ursula von der Nazin... deprivar a la población por todos los medios, empezando por la energía (a menos energía más pobreza; a más pobreza más muerte), a fin de reducirla... ya sabes, estos nazis maltusianos están obsesionados con que los pobres consumimos mucho y acabamos con su planeta