top of page

23 mayo 2021 (2): Que la fuerza te acompañe

  • Foto del escritor: Javier Garcia
    Javier Garcia
  • 23 may 2021
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 25 may 2021

Andaban los medios de comunicación ocupados en contarnos cómo uno de los ejércitos más tecnológicos y mejor equipados del mundo aplastaba la insurrección de un pueblo, pobre y humillado como pocos en la historia de la humanidad, cuando en eso llegó la invasión de Ceuta.

Estábamos acostumbrados al goteo incesante de inmigrantes ilegales, la mayoría movidos por situaciones de extrema pobreza y el deseo de alcanzar el paraíso europeo (si supieran...), cuando, de repente, y sin que al parecer nadie lo hubiera sospechado, se produce una avalancha humana de muchísima mayor magnitud de lo usual que, procedente del lado marroquí y a nado, llega a la ceutí playa de El Tarajal.

Si los medios de comunicación y los servicios de información del estado son fidedignos, han sido más de 9.000 las personas que, jugándose el tipo dada la temperatura de las aguas en esta época del año, han alcanzado las costas comunitarias. Lo sorprendente del caso no es solo la magnitud de la marea humana, sino también el origen y edad de los inmigrantes. Todos lo hemos podido ver en la televisión: mayoría de menores de edad, cuando no niños o bebés, y de origen magrebí, con minoritaria presencia de subsaharianos.

Por si fuera poco el estupor generado por el hecho en sí, resulta que una proporción nada despreciable de niños y adolescentes recién llegados ha solicitado el retorno inmediato a sus casas, cuando no han sido reclamados por miles de padres angustiados ante su ausencia (algunos, al parecer, hicieron pira al "cole" para echarse a nadar).

La pregunta que nos podemos hacer es qué movilizó a tanta gente para acometer tamaño viaje a ninguna parte, sin siquiera tener voluntad firme de permanecer en la prometida tierra europea. Radio macuto, que ahora lo constituyen miles de emisoras de desinformadores, ya ha propuesto un sinnúmero de teorías de la conspiración (incluyendo la futbolera de que se les dijo que iban a ver a Messi y a Cristiano Ronaldo) mientras que, los más biliosos y racistas, han pretendido manchar con su mugre a quienes han desempeñado labores humanitarias, desacreditando un enternecedor gesto de compasión humana, viendo en él la lascivia que solo existe en sus enfermos cerebros.

Con todo, en este caso hay sobrados indicios de que el hecho no se ha producido como resultado de la caótica dinámica de las masas hambrientas, sino que ha sido preparado y organizado desde el poder y con estratagemas y propósitos espurios. Para el reino alauita la evacuación y el tratamiento médico del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, ha constituido un buen pretexto para sacar las uñas (no los dientes) a la Europa mediterránea y, de hecho, lo ha admitido tácitamente al afirmar, en relación al caso del enfermo saharaui, que "determinados actos tienen sus consecuencias". Y digo que ha sido un pretexto porque Marruecos lleva mucho tiempo al cargo de la incómoda gestión de la migración africana (siempre lubricada por el dinero de los contribuyentes allende el estrecho) y, sobre todo, porque nunca ha renunciado, ni renunciará, a su convicción sobre la marroquinidad del antiguo Sahara, de Ceuta, de Melilla y hasta de las Islas Canarias. En mi opinión, pues, se ha tratado de una emulación de la exitosa "Marcha Verde" de 1975; mejor dicho, de un ensayo a pequeña escala de la que podría ser una nueva y gigantesca marcha, protagonizada por decenas o centenares de miles de civiles inermes, que diera al traste con cualquier intento de defender, sin menoscabo de la honorabilidad internacional, las colonias.

Mientras tanto, y por si la vía de la resistencia "pasiva" no surtiera todo el efecto que se le supone, Marruecos está disparando el gasto militar y armándose hasta los dientes, vaya por dios, en los mercados de los que podrían ser sus futuros enemigos.

En fin, queridos lectores, que en Palestina, como en el Sahara o en las ciudades españolas del norte de África, no se impone el derecho de autodeterminación sino la fuerza bruta. Compadezco de corazón a estos pueblos subyugados y, también, a los integrantes de las siguientes olas de migración económica, porque las expulsiones "en caliente" se han normalizado y aplaudido por una opinión pública occidental que nunca más los verá como inocentes desheredados.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
30 noviembre 2025 (2): El bazar en la red

Como hace tiempo que había dejado de prestar atención a las redes sociales, casi me había olvidado de la enorme capacidad de creación de negocio que fluye digitalizada. Es por eso que me ha pillado de

 
 
 
23 noviembre 2025 (3): Tsunami de despropósitos

El mismo día que el fiscal general del estado era insólitamente condenado por una filtración informativa, cuyo origen en la acusación pública no parecía evidente, salvo para el tribunal que lo juzgó,

 
 
 

Comentarios


Formulario de suscripción

688806378

©2020 por El observador inercial. Creada con Wix.com

bottom of page