21 marzo: Coronavirus; desnudador de vergüenzas

Egunon. Hoy, en mi “Diario de la Peste”, me voy a poner serio. Quiero hablaros de los apóstoles de la religión liberal que, como habréis comprobado, están muy calladitos, no se les oye salmodiar sus mantras favoritos.

No les oiréis defender la austeridad y rigor presupuestarios porque, como no piensan contribuir ni con un solo euro a sacar a esta sociedad del agujero por el que se precipita, dejan a los estados y a los contribuyentes (condición personal de la que huyen como del coronavirus) esa titánica tarea.

Tampoco les escucharéis recordar la insostenibilidad del sistema público de pensiones, porque sus maravillosos planes privados, que cotizan según distintos mercados de valores, andan por los suelos, y están arruinando a millones de pequeños ahorradores.

Para acabar, tampoco insistirán en la superioridad y mejor gestión de la sanidad privada, porque atender una emergencia como la que encaramos es un negocio ruinoso y, claro, lo dejan para que lo reflotemos los de siempre.

No dudéis, sin embargo, que cuando la normalidad retorne, volverán con sus aburridas letanías. Cuando eso suceda, acordaos de estos días y no deis crédito a sus cantos de sirena.