16 julio 2023 (2): Siguiendo el guión trumpista a rajatabla

“Pido a los carteros, con independencia de sus jefes, que repartan todo el voto”. Así ha reaccionado Alberto Núñez Feijóo ante la avalancha de demandantes de ejercer el derecho de sufragio universal por el medio postal; como siempre, deslucido en su limitada gramática y avieso en sus intenciones de sembrar la duda acerca de la capacidad y la honestidad del servicio público de Correos.

En realidad a la derecha nunca le ha gustado la concurrencia masiva a las urnas, porque sabe que son los simpatizantes de la izquierda quienes mayoritariamente engrosan las filas abstencionistas. Así que al PP le preocupa, y mucho, que tantos ciudadanos sacrifiquen una pequeña parte de su sosiego estival en aras de que su voto cuente. Y muy especialmente porque quienes se han visto sorprendidos por el fin de la legislatura gozando de sus vacaciones veraniegas son en su mayoría asalariados urbanitas, o sea, el colectivo social al que menos seducen los cantos de sirena conservadores.

No sé si confundo mi anhelo con la realidad, pero el masivo voto por correo augura una elevada participación en los comicios del 23J; lo que, indudablemente, mostraría que la ciudadanía ha entendido que se juega algo muy importante en estas próximas elecciones generales. Y ese, insisto, es un escenario de pesadilla para la derecha y la ultraderecha; que fundamentan sus éxitos en la exclusiva fidelidad de sus electores, que nunca fallan cuando son convocados a las urnas, y su fuerte implantación en las áreas rurales.

Efectivamente, si se confirmara esa movilización de los que habitualmente no acuden a votar, a la alternativa conservadora se le haría prácticamente imposible alcanzar la mayoría necesaria para gobernar. El tardofranquismo lo sabe, y esa envestida contra Correos obedece a la perversa máxima de “embarra, que siempre quedará algo de cieno”. Se siembra así la duda sobre la calidad e independencia del servicio postal, que quizá desmovilice a algunos y, en caso de fracaso en las urnas, justificaría apelar a la conjura marxista-separatista y su supuesta fraudulenta manipulación del proceso electoral. Por cierto, que tiene narices que quien despotrica contra Correos fuera su presidente a principios del presente siglo.

Termino lamentando que el guión que ha alumbrado la destemplada declaración del presidente del PP lo escribieron los enemigos de la libertad hace ya cien años, ahora se llama trumpismo, Steve Bannon se arroga la autoría de esta vil, pero añeja estrategia, y sus seguidores españoles colonizan los think tanks del PP y Vox. Esta genealogía de la praxis conservadora antisistema deben tenerla muy clara quienes simplemente consideran a la democracia el menos malo de los sistemas políticos, para poner límites al autoritarismo que, paulatina pero imparablemente, va infectando las direcciones de muchas organizaciones políticas y los ejecutivos de los países europeos.