top of page

14 mayo 2023 (1): ¡Ah, que la Inteligencia Artificial era eso!

  • Foto del escritor: Javier Garcia
    Javier Garcia
  • 14 may 2023
  • 3 Min. de lectura

Que la derecha recalcitrante española cuenta en sus cuadros con distinguidos abogados, muchos de ellos desempeñando brillantes carreras en la judicatura y la abogacía del estado, es un hecho incuestionable. Por eso, contando con tantos letrados ilustres entre su militancia, me llama la atención la pobre elocuencia, cuando no la falta de chispa dialéctica y la escasa erudición, de sus líderes más destacados. Me carcome, pues, la duda de si se los elige con errados criterios o si las elitistas oposiciones de acceso a la función pública no son tan exigentes como se las pinta o, peor todavía, si existen oscuros vericuetos por los que acceder al alto funcionariado.

Y digo esto después de otra semana preelectoral aciaga para las imágenes públicas de las figuras más destacadas del Partido Popular. Así ha sido para el señor Feijóo, diletante musical de baja estofa a juzgar por su apelación a la popularidad de un tal “Bruce Sprinter”, y peor óptico, ya que afirmó, sin siquiera dudar de sus gafas ni disculparse ante los gaditanos, que “el Sol de Cádiz le dilata la pupila”. También el señor Maroto, portavoz del mismo PP en el Senado, metió la pata hasta el zancarrón cuando, interpelado por la periodista Silvia Intxaurrondo acerca de la reciente exhumación de José Antonio Primo de Rivera, no tuvo otra ocurrencia que arremeter contra el presidente del Gobierno afirmando que, “cuando llega una campaña electoral Sánchez siempre desentierra a alguien”; con tal mala fortuna para su “fake” que la mencionada periodista supo responderle que la fecha del traslado de los restos del fundador de la Falange la había decidido su familia, teniendo en cuenta que se trataba del centésimo vigésimo aniversario de su nacimiento. Y, como no podía faltar en este concurso de descalabros oratorios, la inefable señora Ayuso, preguntada por si pretendía acabar con la justicia social, evitó dar una respuesta razonable a tan terrible aserto y, después de dudar y trastabillarse un tanto, contestó literalmente: “no puedo improvisar una pregunta (¿será una respuesta, no?) ahora mismo”; poniendo de manifiesto por enésima vez que, si la réplica a la cuestión formulada no está entre las que sus asesores le han hecho aprenderse de memoria, es incapaz de elaborar un argumentario medianamente razonable por sí misma.

Reparo en que también en esto de meter la pata la generalísima de Madrid es única, ya que tanto el malicioso bulo del gasteiztarra, empadronado segoviano por amor a la poltrona, como los errores de bulto del tipo de las cremitas son indudablemente humanos, mientras que lo que replicó la de la inquietante mirada bien podría haber sido cosa de Siri o de algún otro lince de la Inteligencia Artificial. Se aviva, pues, la sospecha de doping tecnológico a lo Lance Armstrong, porque cuando Isabel la católica (con minúscula) dudaba, se llevó su mano al pabellón auditivo derecho cual si esperara alguna instrucción proveniente de un invisible pinganillo; vamos, en el más puro estilo del tejano, que acercaba la mano a un lugar ubicado bajo su sillín cada vez que iniciaba un cambio de ritmo que, muchos sospechan, activaba un motor eléctrico escondido en el cuadro de su bicicleta.

Como ni el escaso brillo retórico de sus líderes ni el apoyo de los algoritmos más sofisticados parecen asegurar la victoria electoral de los conservadores españoles, sus importantes mecenas del IBEX, inquietos por la dudosa suerte de sus candidatos favoritos, han decidido dejarse de sofisticaciones y recurrir a la fuerza bruta de monopolizar los medios de comunicación, a partir de ahora encargados de desgañitarse propalando toda clase de disparates sin el menor espacio para la réplica. Es en ese contexto en el que hay que entender la anunciada defenestración del popular programa “Sálvame” para que la periodista de cabecera de la reacción pueda, mañana y tarde hasta la náusea, vomitar sus consignas y construir una realidad “alternativa” según la cual vivimos una situación apocalíptica, de bancarrota pública y privada, causada por un gobierno al que, increíblemente, le preocupan los más débiles y osa adoptar algunas tímidas medidas redistributivas de la riqueza, en perjuicio manifiesto de los pobrecitos beneficiarios de la extrema desigualdad. Todo ello, claro, aderezado de “okupaciones” por doquier, delitos en crecimiento exponencial y extranjeros de piel oscura depredando todas las ayudas públicas.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
30 noviembre 2025 (2): El bazar en la red

Como hace tiempo que había dejado de prestar atención a las redes sociales, casi me había olvidado de la enorme capacidad de creación de negocio que fluye digitalizada. Es por eso que me ha pillado de

 
 
 
23 noviembre 2025 (3): Tsunami de despropósitos

El mismo día que el fiscal general del estado era insólitamente condenado por una filtración informativa, cuyo origen en la acusación pública no parecía evidente, salvo para el tribunal que lo juzgó,

 
 
 

1 comentario


Luis Fernandez Ovalle
14 may 2023

Tu promuebes durante decenios el embrutecimiento de la gente y, voilà, tendrás a periodistas igualmente embrutecidos presentando a bruce sprinter como un genio músical y al novio de un narco como el líder que sustituirá al lamebotas de un pederasta senil y después está Ayuso, que es un destilado concentradísimo de la estupidez humana

Me gusta

Formulario de suscripción

688806378

©2020 por El observador inercial. Creada con Wix.com

bottom of page