14 julio 2024 (1): Otra vez las buenas noticias que no lo son tanto

Acaba de celebrarse la segunda ronda de las elecciones legislativas francesas y los grandes medios periodísticos españoles están que no les cabe una paja en el culo con los resultados. Dicen que ha triunfado la república, que se garantiza el europeísmo del segundo gran socio comunitario, que ha sido derrotada la extrema derecha y que, en definitiva, todo podrá discurrir como hasta ahora.

Vayamos con una visión de los resultados franceses menos complaciente: un tercio de los votos emitidos lo ha sido en favor de candidatos de la extrema derecha lepenista, otro tercio para el grupo conservador macronista, causante de la caótica situación generada por mor de una convocatoria electoral incomprensible y, el tercio más gordo, para un Frente Popular incoherente, que tendrá enormes dificultades para proponer un candidato a primer ministro que acepten conjuntamente la Francia Insumisa, los Socialistas, los Ecologistas y el Partido Comunista (y eso sin contar el complejo de mandamás de Macron).

En cualquier caso, dos tercios de quienes acudieron a las urnas han votado conservador, por un partido que lleva años triturando derechos laborales o por otro que, pese a que intenta engañar con algunas propuestas de corte social, ofrece a los electores un fascismo de nuevo cuño al tiempo que se alinea con los intereses del gran capital y halla explicación y culpables fáciles a la deriva de los últimos años por la que los asalariados han perdido calidad de vida y capacidad adquisitiva, hasta el punto de haber desaparecido la denominada clase media.

No hay nada pues que festejar, es muy probable que no se pueda formar gobierno y que, al inicio del otoño, haya que volver a los colegios electorales para, probablemente, empeorar aún más la composición política del parlamento.

Cuesta abajo y sin frenos. Europa no tiene remedio.