top of page

14 agosto 2022 (1): La travesía del desierto

  • Foto del escritor: Javier Garcia
    Javier Garcia
  • 14 ago 2022
  • 3 Min. de lectura

Este es, sin género de dudas, el fin de semana del año inactivo e inhábil por antonomasia. Quienes dieron comienzo a su asueto a principios de este mes tal vez estén regresando, pero aún les restan algunas horas de ocio; mientras que otros acaban de probar el dulce sabor de las vacaciones y aspiran a degustarlas sin prisa ni ansiedad.

Pero hete aquí que algunos, los menos, somos de lo más rarito, acabamos de regresar de nuestro destino estival hace cuatro días y estamos pasando este inacabable puente al calor (y nunca mejor dicho) de nuestra residencia habitual.

De sobra está deciros que, pese a que soy jubilado y solo la Parca tiene potestad para interrumpir mi solaz, este inopinado e innecesario retorno al hogar me está sentando peor que una lavativa (¡qué coño!, dejo el melifluo término "enema" para mejor ocasión). Al calor insoportable, que de tan ubicuo y persistente se ha constituido en fastidioso telón de fondo de cualquier cosa que se haga en estos infortunados tiempos, hay que sumarle una inevitable sensación de “exilio implosivo", o sea, de ese que nos excluye y discrimina devolviéndonos a donde partimos.

Veréis, si salgo es tal la soledad de las calles y la falta de pulso de la vida social que, sobrecogido por este singular e inverso destierro, opto por volver a casa a todo lo que da. Pero entre paredes tampoco hallo solución a mi desamparo, porque soy de los que aún no ha instalado aire acondicionado en el hogar y el bochorno convierte la reclusión en suplicio. Tormento que solo palío consolándome con que se trata de una desdicha ampliamente compartida; y si no, que alguien me explique por qué se agota el hielo en supermercados y tiendas veinticuatro horas. Tampoco ayuda a sobrellevar las eternas horas vespertinas la lectura, ya que es un difícil ejercicio para quien transpira como sumido en un baño turco; y la televisión, como todo lo demás, adolece de falta de frescura, vamos, que abusa de lo enlatado y, ¡diantres!, recurre a lo "caliente" de los posados insulsos y los vaivenes sentimentales de quienes nos dan sopas con onda en eso de divertirse. No os imagináis cómo ansío los inminentes comienzos de los Campeonatos de Europa de Atletismo, la Vuelta Ciclista y, también, aunque me resisto al "pay per view", de la santa Liga.

Y toda esta letanía de contrariedades sin mentar aún los servicios públicos. Estoy sin médico y sin urgencias ambulatorias, y las farmacias han optado por cerrar masivamente, de modo que hay que desplazarse un buen trecho para aprovisionarse del "pastizal" que a ciertas edades requiere la supervivencia; no digamos nada si estamos necesitados de acudir a las de guardia. Por supuesto que no puedo ni imaginarme el calvario de quien haya de sumergirse en el intríngulis de alguna gestión burocrática en estas nefandas fechas.

¿Queréis más? Pues si lo público se ha tomado un receso, lo mismo hace el sector privado. La mayoría de las tiendas han recurrido al persianazo, sin reparar en cuántas de su ramo se mantienen abiertas y si son suficientes para satisfacer la demanda de los reclusos de la canícula. Y lo peor de todo: la mayoría de los bares permanecen cerrados hasta nueva orden. O sea, que nos falla hasta la institución más resiliente, el último bastión de defensa, lo único que nos podría ayudar a trasegar todos estos amargos cálices a golpe de cervezómetro. Es evidente que ya ni los templos de Baco son lo que eran, y menos a los veintisiete grados que han impuesto los señores de las espitas y los interruptores. El próximo verano me exilio más al norte del círculo polar ártico.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
30 noviembre 2025 (2): El bazar en la red

Como hace tiempo que había dejado de prestar atención a las redes sociales, casi me había olvidado de la enorme capacidad de creación de negocio que fluye digitalizada. Es por eso que me ha pillado de

 
 
 
23 noviembre 2025 (3): Tsunami de despropósitos

El mismo día que el fiscal general del estado era insólitamente condenado por una filtración informativa, cuyo origen en la acusación pública no parecía evidente, salvo para el tribunal que lo juzgó,

 
 
 

1 comentario


luis fernandez ovalle
luis fernandez ovalle
14 ago 2022

voy contigo, al Círculo Polar, Amundsen de Durango

Me gusta

Formulario de suscripción

688806378

©2020 por El observador inercial. Creada con Wix.com

bottom of page