9 febrero 2025 (1): Seísmo en el PNV
- Javier Garcia

- 9 feb
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Actualizado: 12 feb
Contrariamente a lo que venía ocurriendo, el siguiente presidente jeltzale parecía que no iba a ser "por aclamación", sino tras unos disputados comicios internos entre dos candidatos con posibilidades: el actual mandatario, Andoni Ortuzar, y el portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban.
Por fin el PNV se muestra como un partido "humano", con sus debilidades, siendo el origen cierto de este descenso a lo terrenal el lento sorpasso que los nacionalistas están sufriendo por el aparentemente imparable ascenso de Bildu. Efectivamente, las varias últimas convocatorias electorales no les han sido tan propicias como solían a la par que la evolución sociológica y demográfica del país no pinta que le sea favorable.
Y es que el PNV ganaba porque obtenía el respaldo en las urnas de muchas personas que no comulgaban ciento por ciento con su ideario, pero que consideraban al Partido Nacionalista como un buen gestor, próximo a los administrados. Pero la pérdida de la posición relativa dominante en el ranking de calidad de vida española y el hoy dañado crédito de Osakidetza (la agencia de salud vasca) han acabado con esa imagen de garante del bienestar para mostrarlo como lo que fundamentalmente es: un partido conservador que, si ha de escoger, siempre se decanta por defender los intereses empresariales (y no ha ayudado a su popularidad el posicionamiento junto a las energéticas, y el PP, en alguna de las últimas votaciones parlamentarias).
Para tratar de combatir esa pérdida paulatina de imagen, el partido ha procedido a un rejuvenecimiento de sus cargos, públicos y partidistas, que ha involucrado a los burukides de casi todos los territorios y al mismísimo Lehendakari del Gobierno Vasco. Se pensaba que quien había dado ese paso o, al menos, facilitado el movimiento, iba también a entregar la chapa, pero el señor Ortuzar, al contrario que los otros cuestionados, pretendía seguir.
Está claro que su resistencia a dejar el cargo no ha gustado a un sector de la militancia que quería que todos los involucrados en la crisis dieran paso a savia nueva que pudiera restablecer el perdido enganche con los votantes. Y parece que son esos disconformes los que están tras el retador, Aitor Esteban, que es, además, un buen orador (en el PNV siguen echando de menos "picos de oro", como lo fueron, aunque de muy distinto estilo, Garaikoetxea y Arzallus). El señor Ortuzar, a la vista de esta inesperada (por lo menos para él, supongo) oposición a su continuidad y a solo tres semanas del día D, ha decidido no concurrir en la segunda vuelta de la elección del burukide de burukides, afirmando que no quiere ser motivo de división en el partido.
El PNV se juega muchísimo en los próximos meses, ya con Esteban al mando. Ha de recuperar esa imagen mágica de salvador de la patria que, creo, va a ser sumamente difícil de restablecer, con la capacidad adquisitiva de la población en un bajísimo momento, un montón de jóvenes sin futuro y una creciente población de origen migrante, que para nada comparte la preocupación por la construcción nacional.
Su suerte está más que nunca unida al PSOE, porque si ganara unas elecciones generales el bloque reaccionario español no necesitaría de ellos para gobernar y, consiguientemente, el Partido Socialista no acordaría mantenerlos en Ajuria Enea. Así que el nuevo presidente del Euzkadi Buru Batzar deberá congeniar los inevitables guiños ideológicos al independentismo, que lo acercará a Bildu, con la imprescindible convergencia con los intereses de la izquierda estatal en el Congreso de los Diputados. Complicado sudoku para Esteban, una vez tome las riendas del partido y ocupe el principal despacho de la sede nacional, sita en los Jardines de Albia de Bilbao.

He oído que Bildu ha ofrecido al PNV ir juntos a las Europeas. Sabes algo?