8 septiembre 2024 (2): En Francia ganó la derecha, y en Alemania también

Los medios de comunicación del sistema nos convencieron de la patraña de que en Francia había ganado el progresismo cuando, en realidad, los votos sumados de los conservadores, los macronistas y la denominada extrema derecha eran muchos más.

Para desilusión de los ingenuos, las derechas siempre terminan alineándose con las derechas. Ocurrió en la Alemania de los años treinta del siglo pasado, y eso propició el nombramiento de Adolf Hitler como canciller, y volverá a ocurrir en Francia, mas pronto que tarde, con el ascenso de algún candidato del Frente Nacional como primer ministro.

De momento, Macron ha hecho las funciones de Hindenburg y ha nombrado al conservador y septuagenario Barnier al frente del ejecutivo, un representante de la fuerza política que ocupó... el cuarto puesto en las últimas elecciones parlamentarias francesas.

Algo parecido ha sucedido en Alemania, donde la CDU y la AfD se han repartido los mejores resultados en muchos landers. Se volverán a entender como hace casi cien años, no lo dudéis. Por mucho que se intente, no es posible hallar significativas diferencias entre estas fuerzas. De lo que se trata es de salvaguardar al sistema y, no lo olvidemos nunca, la denominada extrema derecha es el cartucho final que le queda al capitalismo más duro para encarar los tiempos más revueltos.

En España se está fraguando una solución similar, que la integrarían el Partido Popular, Vox y las derechas nacionalistas, a las que se les ofrecería la justificación coyuntural de un cierto confederalismo que nunca será tal. Aceptarán, porque todos esos comparten la defensa de las clases más pudientes, de momento ya se está intentando socavar la mayoría que sostiene al actual ejecutivo con insidias intercambiadas, e intercambiables, entre comunidades autónomas y la disputa por quién no se encarga de los menores que llegan a nuestras costas, desencadenadas todas en el contexto de la misma estrategia global.

El cuarto Reich avanza sin siquiera las objeciones puestas al tercero y, como aquel, también entretiene a su gente con el enemigo del Este. Leed por favor "1984", de George Orwell, y lo tendréis claro. Un saludo.