8 diciembre 2024 (2): El asegurador médico que no pudo asegurar su persona
- Javier Garcia

- 8 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 26 dic 2024
El consejero delegado de una de las mayores empresas que gestionan la sanidad en los Estados Unidos fue tiroteado y muerto en un hotel. Ciertas palabras, gravadas en los proyectiles empleados, apuntan a que se trata de una venganza por una supuesta desatención a algún enfermo.
Considero tal posibilidad como la más probable, la vida es el mayor patrimonio que tenemos y, las gentes, aunque sean pacientes, se impacientan y pierden los estribos cuando la atención médica no cubre la enfermedad que aqueja a ellas mismas o alguno de sus seres queridos. Siempre he pensado que la medicina no debe, ni puede, ser un negocio. Y no solo en beneficio de los desheredados, a los que se les niega por la vía del coste de los tratamientos el derecho a la vida, sino también por la tranquilidad y seguridad de los acaudalados; no es posible dejar morir en la calle sin atención médica a alguien y disfrutar plácidamente de una existencia acomodada en la misma manzana. No tengo ninguna duda de que la extrema desigualdad hará imposible la coexistencia interclasista y me tomo muy en serio los riesgos de explosión de la sociedad yanqui.
Sin embargo, existe también la posibilidad de que este asesinato haya sido un delito de naturaleza mafiosa. Y, sin ambages, así califico a quienes se dedican a actividades económicas oligopolísticas, libres de regulación o reguladas para beneficio de unos cuantos, ausente la competencia y beneficiadas por la corrupción y los paniguados de la política.
Vienen tiempos muy duros hasta para los más poderosos, porque su codicia no tiene límites y no se conforman con esquilmar a los más desgraciados. Ya han ganado la lucha de clases, pero concluida esta con la victoria incontestable de las más altas, ahora tal vez sea inevitable que empiecen las dentelladas entre ellos; y no me estoy refiriendo solo a disputas estrictamente económicas, sino a enfrentamientos con resultados físicos en sus personas. Qué mierda de mundo.

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