7 abril 2024 (1): La boda del año
- Javier Garcia

- 7 abr 2024
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Actualizado: 9 abr 2024
Acaban de contraer católico matrimonio, faltaría más, Teresa Urquijo, sobrina segunda del rey Felipe VI, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, del Partido Popular, por si alguno todavía no lo sabe. Al destacado enlace han acudido como invitados el rey emérito, Juan Carlos I, sus hijas, Cristina y Elena, y sus nietos, Felipe Juan Froilán, Victoria Federica y Juan Valentín y, por supuesto, la presidenta de la comunidad de Madrid y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, entre otros famosos de la bancada popular de hoy y ayer.
De este modo, la familia real y la familia política defensora de la tradición más inmutable son ahora una sola, más grande y desde luego libérrima, porque no hay nada que otorgue más libertad que el poder.
Observemos el detalle de que el alcalde de Madrid no ha tenido el pésimo gusto de encapricharse de una perra flauta ni la sobrinísima ha caído en la vulgaridad de enamorarse de un repartidor de comida rápida. Él y ella han tenido muy claros sus orígenes y lo que aspiran a conseguir con esta unión de alta alcurnia, además de amor y felicidad, que son los objetivos que todos decimos marcarnos cuando firmamos en el registro civil o religioso.
Los demás deberíamos extraer alguna conclusión de este enlace, porque no nos consta ningún precedente de similares acontecimientos protagonizados por miembros de la realeza y líderes políticos situados en el espectro de la izquierda. Y no sé si ello se debe a una incompatibilidad insuperable entre monárquicos y "rojos" (ni siquiera si unos y otros lo son de segundo o tercer grado) o si lo que ocurre es que no coinciden en gustos ni ambientes y, por tanto, es imposible un imprescindible primer encuentro.
En fin, conjeturad todo lo que consideréis oportuno, siempre que os limitéis a manifestar vuestra conformidad o discrepancia con ropa, calzado, complementos y peinados de los reunidos, y todo ello con mesura. Lo demás podría ser interpretado como una afrenta a los símbolos patrios.

la boda del Ano, podría decirse el gallego