6 abril 2025 (1): Grisú 2025
- Javier Garcia

- 6 abr
- 2 Min. de lectura
Estos tiempos líquidos que experimentamos nos hacen vivir circunstancias y sufrir tragedias que creíamos superadas. Han vuelto las epidemias de sarampión, la silicosis, vinculada a la fabricación de encimeras de cocina con material silíceo y las víctimas por explosiones de grisú en una mina de carbón de la cuenca astur leonesa (cinco mineros muertos y cuatro afectados más, graves).
Lo del sarampión está ligado al negacionismo pacato y la resistencia a la vacunación de un número creciente de mentecatos irresponsables, la silicosis a condiciones laborales precarias y el accidente de la mina de carbón... es difícilmente explicable hoy. ¿Es que se trabaja en las galerías sin detectores de metano?, ¿tienen los mineros actuales que acceder a las betas del oro negro anterior al petróleo con un inocente pajarito, para que la muerte del infortunado alado los alerte del riesgo, como en la época de las novelas de Emile Zola?
Más allá de las preguntas sobre seguridad y tecnología que el accidente suscita, sorprende que el estado español, o sea, nosotros, se haya gastado un pastizal para cerrar las explotaciones carboníferas del noroeste y ahora nos enteremos de que algunos pozos siguen abiertos.
Ya sé que se nos ha explicado que la siniestrada explotación continuaba activa para "investigar", de cara a una posible extracción de lignito, al parecer también de gran interés para la fabricación de algunos dispositivos tecnológicos de última generación. Pero, sin ánimo de disputar en torno a este asunto, indico que algunos observadores apuntan a la existencia de grandes cantidades de carbón apilado en las inmediaciones del pozo; y eso me recuerda el actual renacimiento de la minería del carbón y las centrales térmicas que lo queman en Alemania.
Quiero suponer que se aclararán todas estas cuestiones y deseo que se depuren las responsabilidades en las que se haya podido incurrir. Todo para proteger el futuro de las familias de los fallecidos y heridos y parar el deterioro medioambiental, si es que el detonante de la tragedia tiene algo que ver con seguir haciendo lo que formalmente dejó de hacerse.
Y, termino, no quisiera que el avance de la investigación probara que la legalidad discurre por una senda y los comportamientos reales por otra completamente distinta. Y todo ello mientras se presiona a la ciudadanía con un montón de coerciones para cambiar sus hábitos de consumo y movilidad. Amén.

capital social de la empresa 3.000 euritos; financiación next generation 1.000.000 de euracos... 997.000 para la buchaca