29 septiembre 2024 (2): Ahora el Líbano
- Javier Garcia

- 29 sept 2024
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Actualizado: 1 oct 2024
Con el exterminio de Gaza en pleno apogeo, Israel amplía sus acciones a su vecino del norte, Líbano, para no dejar sino tierra estéril a su derredor. Todo empezó mediante "buscas" y móviles manipulados que explosionaron mientras los usaban miembros de Hezbolá, sin importar que, en el momento de la deflagración, los supuestos objetivos militares se hallaran en otro país, que no está en guerra con Israel y que, junto a ellos, estuvieran sus familiares, en muchas ocasiones menores de edad.
De ese terrorismo de estado se ha pasado al bombardeo directo, mediante aviones, misiles y drones, de viviendas e instalaciones varias, sitas en la patria de los fenicios, con el resultado de centenares de víctimas, entre ellas el líder supremo de la milicia chií. Siempre, claro, con el argumento de que se golpea al enemigo, y que ha sido este el que, con sus acciones previas, ha provocado el conflicto.
Lo cierto es que el estado sionista ha decidido aprovechar la oportunidad que le dio el ataque indiscriminado y bárbaro de Hamás para hacer realidad el sueño teocrático de sus fundadores, considerando que este es el momento más propicio para expandir sus fronteras eliminando a las poblaciones cercanas que suponen el principal obstáculo a sus objetivos estratégicos. Y lo hace porque está abundantemente aprovisionado de las armas más sofisticadas que hoy se pueda disponer.
Así que, en muy buena medida, la responsabilidad de estas matanzas recae en los países del bloque occidental que continúan armando a su gendarme de Oriente Medio; por más que, hipócritamente, llamen a un alto el fuego.
Y, queridos amigos, estamos entre los aludidos, ya que de España salen dispositivos y municiones que machacan a una población mayormente inerme. Las declaraciones pacifistas no sirven para nada cuando se comercia con los ingenios emisarios de la muerte. Como en cualquier otro conflicto que en el mundo ha sido, el corte del suministro de equipo bélico detendría el enfrentamiento. Mientras no se obre en esa dirección y se anteponga lo ético al negocio, estamos en esa guerra apoyando a uno de los bandos en disputa, y ya son varias, cargando con la responsabilidad que nos corresponde.
En fin, que el mundo se desliza hacia una situación invivible, y como país no somos víctimas inocentes de lo que otros pergeñan, sino actores responsables.

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