26 enero 2025 (3): La derecha insiste en su desprecio a lo social
- Javier Garcia

- 26 ene
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Disculpad este tercer artículo en la tercera semana consecutiva que ve la luz tal exceso. Aclaro que no pretendo pasar a ese nuevo formato dominical más extendido, sino que las noticias dignas de glosar se acumulan.
En uno de mis textos del 15 de diciembre ya hablaba de la alianza de la derecha española, la centralista y las de la periferia independentista, para tumbar medidas que van en perjuicio de los intereses del capital y las grandes empresas, al tiempo que hacen la puñeta a las economías más modestas, dependientes de tales cambios fiscales para mejorar algo sus prestaciones sociales.
Pues bien, esa alianza de los Robin Hoods al revés se ha vuelto a conjurar para hacernos la puñeta a los ciudadanos corrientes. PP, Vox y Junts han dinamitado el decreto del Gobierno que incluía la subida de las pensiones y del salario mínimo, así como las subvenciones al transporte público y las ayudas a los afectados por los desastres causados por la dana y la erupción de La Palma. No conformes con semejante estropicio, también echaron abajo el decreto que mantenía el impuesto a las energéticas, la suspensión de los desahucios para los hogares vulnerables y las deducciones en el IRPF para comprar vehículos eléctricos.
Y todo ello con el solo pretexto de la oposición política y el acoso y derribo al actual ejecutivo. Y digo excusa porque, como la vez anterior, lo que realmente ocurre es que estos partidos son aliados del neoliberalismo más radical y rechazan las iniciativas que van en contra de las grandes fortunas, las clases altas de toda la vida, la banca y las energéticas, al tiempo que dejan sin ayudas a los más débiles y destruyen los sistemas públicos de sanidad y educación.
Teniendo en cuenta que estos que se muestran como esbirros del dinero causan tanto daño a las clases populares, lo que me pregunto es qué puede motivar a asalariados y pensionistas para votarles. Una de las tácticas que emplean para difuminar su preferencia por los poderosos es enfrentar a los modestos, haciendo suyo el manido eslogan de "divide y vencerás". Supongo que nos vendrán con el cuento de que mejorar las condiciones de los jubilados ahonda la precariedad de los contratados; de modo que los jóvenes con salarios de mierda piensen que sus enemigos son los ciudadanos de edad provecta, beneficiarios de las políticas sociales. No creamos ese bulo olímpico, quienes se quedan con las plusvalías de los trabajadores a precio de saldo son los empresarios, y los pensionistas también son víctimas indirectas de esa injusticia porque las bajas contribuciones a la caja de la Seguridad Social limitan la mejora de sus condiciones. Más aún, una gran cantidad de jóvenes sobreviven gracias a las pensiones de sus mayores.
Resumiendo, cada uno debe saber a quién vota. Me parece lógico que los rentistas, los propietarios de la tierra y los grandes inmuebles y, por supuesto, los empresarios voten a esa gente, pero por favor, que no lo hagan los asalariados y pensionistas, en contra de sus propios intereses.

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