24 noviembre 2024 (1): Sopas y sorber

El PP, y no preguntéis si el español, el europeo o los dos, pretendía impedir que la ministra Ribera fuera elegida vicepresidenta de la Comisión de la Unión Europea, como supuesta responsable de desatinos en la gestión de la catástrofe valenciana, al tiempo que Von der Leyen mantuviera su cargo. Pero teniendo en cuenta los votos disponibles para cada una de esas opciones, era imposible lograr ambas cosas a la vez.

Son matemáticas, mis ingenuos Feijóo y Weber; ustedes necesitaban los votos de los socialdemócratas, y hasta de la extrema derecha, para que doña Úrsula siguiera de primera ministra europea. Así que la maniobra emprendida para descabalgar a la socialista del cargo al que se la había propuesto conllevaba, inevitablemente, la caída del actual ejecutivo comunitario con todo su equipo y la jefa al frente.

Así que la torpe estratagema tenía menos recorrido que un maratón de caracoles y el PP deberá comerse su gestión de la DANA él solito y sin antiácidos que aminoren la larga y pesada digestión de semejante plato, mal guisado y peor aliñado, con un sinfín de disculpas nada creíbles y, frecuentemente, contradictorias.

No creo que el gallego de vista mejorada, menos mal, llegue a las siguientes elecciones generales como candidato conservador a la presidencia del Gobierno. Sospecho que, si no lo tienen claro, que no lo tendrán, propondrán a alguien "quemable" a la espera de que, cuando les sonrían las encuestas, descienda sobre la piel de toro, ungida por los hados, Santa Ayuso, decidida a salvar a España de los pérfidos marxistas y a embarrar la arena política como si sobre ella se precipitaran setenta veces siete DANAs.

Además, Feijóo empieza a ser fácil blanco del edadismo dichoso, vamos, que se le ha pasado su arroz político, ya reseco en su parte superior y con el socarrat tan chamuscado que sabe amargo, tanto como lo va a ser el último tiempo de liderazgo del llegado del Noroeste.

Bueno, pues estas son mis predicciones, posiblemente tan carentes de fundamento como los pasos dados por quienes así de torpemente pergeñaron la conjura de Bruselas.