23 junio 2024 (1): Conferencia de paz, ¿qué conferencia de paz?
- Javier Garcia

- 23 jun 2024
- 2 Min. de lectura
En medio de lo más caliente de la guerra fría uno ya tenía un mediano uso de razón y aprendidos los rudimentos de la diplomacia. Podía haber misiles nucleares a pocos cientos de kilómetros de la costa atlántica de los Estados Unidos o aviones espía norteamericanos sobrevolando el corazón helado de la Unión Soviética, pero unos y otros guardaban las formas y se reunían educadamente alrededor de canapés de caviar, regados con champagne y, cuando se incorporaron los chinos a este juego de los pepinos nucleares, hasta organizaban torneos de ping pong para distender los ánimos y que los negociadores de la paz vigilada se olvidaran, siquiera por un rato, de lo que pendía encima de sus y nuestras cabezas (más sobre las segundas que sobre las primeras).
Ahora hemos dado un paso más en el belicismo descerebrado y hemos inventado la conferencia de paz a la que asiste solo uno de los bandos enfrentados. Eso ha sido el encuentro organizado en Suiza para gloria de Zelenski, al que ha acudido la OTAN en pleno y, de convidada de piedra, una serie de países ajenos al conflicto para que alucinen en colores.
La cosa ha acabado como no podía ser de otra forma, con la alianza prietas las filas, las nuevas potencias sureñas convencidas de que ha llegado su momento porque el norte ha perdido el ídem, y el enemigo ignorado a lo suyo, que no es sino llegar a una mesa de negociación de las de verdad con ventaja estratégica.
Total, que de lo que se trata es de que se destine nuestro dinero a que el único sector líder mundial de la industria norteamericana, el armamentista, se haga de oro, nosotros permanezcamos obedientes bajo el ala, no se sabe si protectora o amenazante, del águila yanqui y exista un pretexto para eternizar la mala coyuntura para los asalariados.
No sé si aún se puede caer más bajo, aunque Macron ya ha señalado el camino a seguir, convocando unas elecciones legislativas que pueden llevar a Francia al barranco de la intolerancia y de las soluciones fáciles a problemas intrínsecamente difíciles y, de paso, precipitarnos a los demás al mismo abismo.
En fin, menos mal que escribo todo esto en lunes, igual con la proximidad del fin de semana y los tiempos estivales se me cambia algo el gesto. Un saludo fraternal.

Bueno, USA son líderes en el sector porque tienen a los clientes cautivos. Y en cuanto a las cosas francesas no creo que haya diferencia sustancial entre Jordan Bardella y Gabriel Attal, ambos harán lo que ordene el de los clientes cautivos.