23 febrero 2025 (2): Nos entretienen
- Javier Garcia

- 23 feb
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En España, las noticias más relevantes desde el punto de vista mediático son ahora la sentencia condenatoria a Rubiales, las acusaciones de abusos sexuales contra Monedero, el aterrizaje en Sevilla de la enésima lideresa del PSOE de Andalucía en muy pocos años y lo malísimos que son los árbitros con el pobre Real Madrid.
Mientras tanto, siguen agravándose las más que precarias condiciones laborales, continúan proponiéndose soluciones neoliberales al problema de la baja natalidad, la vivienda es motivo de especulación y se ubica inalcanzable para muchísimos de los que tienen el derecho constitucional teórico de disfrutarla y, al tiempo que se habla del "piquito", siguen muriendo mujeres a manos de sus parejas y ex parejas porque no se habían implementado las medidas de protección necesarias para las víctimas.
En lo internacional nos quieren convencer de que es democrático y progresista gastarnos en armas los recursos que no dedicamos a los menesterosos, porque, dicen, debemos cancelar la amenaza de agresión de Rusia. Los pobres están ahí, desatendidos, la supuesta amenaza no la ven más que los halcones de la guerra, constatado como queda tras tres años de invasión que el aparato militar ruso tiene extrema dificultad en derrotar a un solo país y solo parece conseguirlo por la vía del agotamiento de los recursos del contrario.
El que se frota las manos es el amigo americano, que es quien vende el armamento que desean los belicosos y el gas, que no llega ahora desde Rusia porque el principal sabotaje de esta guerra consistió en cortarle el suministro barato de este combustible a la Europa industrial.
Somos unos peleles zarandeados por los unos y los otros, mientras les reímos las gracias y, como masoquistas recalcitrantes, recibimos "con placer" el castigo de quienes dicen ser nuestros amigos. Amigos que, por cierto, se han cansado de poner dinero para alargar el conflicto de la Europa del Este y se dirigen autoritarios a nuestros gobiernos para que seamos nosotros los que sigamos desembolsando con un propósito que no se va a ver culminado por el éxito de ninguna de las maneras.

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