2 junio 2024 (1): Política internacional incoherente

Esta semana ha sido muy movidita en el ámbito internacional. El Gobierno de España ha reconocido al estado Palestino y, casi al mismo tiempo, ha concedido una ayuda en armamento a Ucrania por valor superior a los 1.200 millones de euros. El señor Sánchez ha sacado pecho por su supuesta coherencia en la preservación del derecho internacional.

Que me perdone nuestro presidente pero reconocer un estado y armar otro hasta los dientes, hallándose ambos involucrados en sendas guerras, no tienen nada que ver. En el caso de los palestinos España no les ha ayudado de ninguna de las maneras, peor aún, en los últimos tiempos se han paseado por nuestros puertos barcos de carga repletos de armas y munición con destino Israel. O sea que en el conflicto de Oriente Medio España, en el mejor de los casos, se pone de perfil, mientras que en la guerra eslava hemos elegido bando desde el principio.

Creo, señor Presidente, que la coherencia brilla por su ausencia. Bueno, a decir verdad sí se adivina cierta lógica de la "realpolitik" porque España, debido a la relación histórica con el mundo islámico, tenía que hacer algo en tan terribles circunstancias; pero al tiempo, no puede desairar al imperio, que tutelan las empresas armamentistas, así que se acaba de transformar en el país de la Unión Europea que más está ayudando a Ucrania este año.

Le recuerdo a Pedro que tampoco es coherente, decirse pacifista y, al tiempo, contribuir a escalar el conflicto de la estepa a niveles aún más preocupantes.

Y añado a todo lo anterior que esa ayuda es tirar el dinero, nuestro dinero, por cierto. Ucrania perderá la guerra en un año o en una década, pero la perderá; porque la capacidad y los recursos de Rusia están muy por encima de los que puedan acumular sus vecinos del sudoeste. Y, además, si es que nuestros líderes políticos no se han vuelto locos, tendrán que templar gaitas ante la amenaza nuclear de Moscú. Habrá un momento en que la OTAN no podrá tensar más la cuerda y, a partir de ese máximo, todo irá mal para los ucranianos, más estrictamente para su clase dirigente actual, porque sospecho que cada vez es mayor el número de ciudadanos que preferirían un acuerdo que permitiera acabar con las muertes y la destrucción; de hecho todo eso muy bien podría estar sucediendo ya.

Y termino haciendo a nuestro presidente la pregunta del millón: ¿Comparte con los más belicosos de los miembros de la Unión Europea todo ese mantra de la guerra inminente, del rearme y el retorno de la mili obligatoria? Si es así no nos puede negar esa información a los votantes, para que obremos en consecuencia.