2 febrero 2025 (2): Guerra comercial
- Javier Garcia

- 2 feb
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Actualizado: 10 mar
Trump ha impuesto, con fecha de ayer, 1 de febrero, un arancel del 25 % a todos los productos mexicanos y canadienses que pretendan venderse en los Estados Unidos, a sumar al que ya grava a los bienes chinos. Por supuesto que afirma perseguir lo mismo para las mercancías provenientes de la Unión Europea.
Creo recordar que también empezó de matón comercial su primer mandato y luego la cosa no fue para tanto. Es muy difícil sostener indefinidamente tales iniciativas para la protección del mercado interior cuando la economía norteamericana depende tanto de materias primas y manufacturas de allende sus fronteras.
Donde sí puede arrogarse el papel de chulo del barrio es en materia militar, porque todos sus aliados nutren sus ejércitos con armas yanquis. A estas no se les cobra impuesto alguno, muy al contrario, se pagan a precios desmesurados. Así que no me extraña que el gigante americano pretenda mantener la llama de la confrontación eternamente encendida en cualesquiera zonas de conflicto, porque es con la industria de la destrucción con la que sigue oligopolizando el rentabilísimo trasiego de todo tipo de ingenios destinados a no dejar piedra sobre piedra.
Un poco de lo mismo va a ocurrir con su supuesta política de expulsión de inmigrantes. Fletará unos cuantos vuelos de devolución de unos pocos indeseables al principio de su nueva presidencia, y luego a tolerar todos los indocumentados que precisen sus granjas y ranchos.
Dará pábulo al discurso de los más disparatados enviados de la divinidad, aunque me da que él no es mucho de iglesias y sermones, y deberá ejercer su considerable cintura llevándose bien con los supremacistas blancos y, a la vez, hacerles un guiño a los negros y chicanos, porque algunos de ellos se han acomodado y le apoyan decididamente, ya que prefieren cerrar la puerta al progreso de los que no ha mucho eran sus iguales, no vaya a ser que les quiten cacho.
Tiene también un papelón con los muy ricos, porque en su anterior mandato tenía claro que los millonarios de sus amores eran los ganaderos y agricultores latifundistas, pero ahora que ha sellado cierto pacto con las empresas digitales globales habrá de poner una vela a dios y otra al diablo, y ya se sabe que ambos son muy celosos y no toleran compartir sus fieles o los sacrificios que se les ofrecen.
Por supuesto que la mejor manera de celebrar este akelarre caótico sin que cueste el patrimonio es hacer pagar a los demás la cuenta de tantas contradicciones y disparates. Así que ya podemos prepararnos que vienen curvas, el imperio anda escasito y nos va a subir sus "impuestos" a la par que exigirá más genuflexiones y reverencias; al tiempo.

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