18 agosto 2024 (2): La amenaza de Guatepeor para que transijamos con Guatemala

El otro día Elon Musk ofreció el privilegiado micrófono de X al candidato a presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump. Nada sorprendente teniendo en cuenta la ideología derechista de ambos y el maltrato público de Joe Biden al conglomerado empresarial del multimillonario sudafricano.

La charleta entre esos dos amigos rondó en torno a lugares comunes de sus respectivos, y muy próximos, discursos. Entre muchas cosas, hablaron de las energías limpias y coincidieron en que había que dar una nueva oportunidad a las fuentes nucleares. Su imprecisión en los comentarios y la escasísima formación del opinante medio norteamericano posibilitaron una burda manipulación de sus palabras por parte de una cadena de televisión que retorció el chascarrillo hasta transformarlo en una amenaza de emplear armamento atómico en el caso de una victoria del republicano.

Está claro que el sistema, indudablemente alineado con la política de los demócratas, globalistas indisimulados, trata de ganar su batalla doméstica intentando demostrar a su ciudadanía y la del resto del mundo que, si bien ellos son un cáncer, el gobierno republicano también lo sería y, además, metastásico. Empleando uno de los viejos dichos españoles, y perdonen los guatemaltecos el daño inflingido, quieren que aceptemos el estado de cosas de su Guatemala particular esgrimiendo que la alternativa es Guatepeor.

A esto debo responder con el rigor de los datos, o sea, la experiencia acumulada cuando el tipo naranja ocupó la Casa Blanca. Y resulta que fue un cuatrienio especialmente sosegado en el ámbito internacional, durante el que abundaron los viajes de estado destinados a fortalecer los vínculos económicos entre el líder de Occidente y los díscolos norcoreanos, rusos y chinos, y a alejar el fantasma de los conflictos bélicos. Es evidente que no ha sido el caso en el curso del mandato de Biden, así que, con independencia de lo que suceda en la tierra de las barras y las estrellas, donde dudo que haya gran diferencia entre el gobierno de uno y otro, lo que sí tengo claro es que para el resto del mundo una administración yanqui dirigida por Donald Trump otorgaría a nuestros países mayor autonomía y distensaría el viciado ambiente que actualmente soportamos.

Así que sí, podemos hablar de Guatemala y Guatepeor, pero es debatible cuál es cuál. En el lejano Oeste y en nuestro entorno, tal vez la extrema derecha no tenga otro papel histórico que hacer pasar por bueno, y democrático, al ultraliberalismo y sus políticas que padecemos.