13 octubre 2024 (2): La mascarilla otra vez

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha dicho que, dependiendo de la intensidad de la epidemia vírica invernal, ahora cóctel de la gripe y el resfriado tradicionales con el Covid, se recurrirá nuevamente a la implantación del uso obligatorio de la mascarilla en los centros médicos de toda índole, con el propósito de evitar el colapso del sistema sanitario.

Al hilo de este razonamiento, le recuerdo a esta señora que, durante décadas, hemos toreado los inviernos sin recurrir a tal trapo y sin que naufragara la atención sanitaria. Así que la pregunta que se hace imprescindible formularse aquí es si el colapso en el cuidado de los enfermos se debe a la magnitud de las epidemias o a los escasos recursos que actualmente ponen las administraciones para atender a la población infectada.

Lo fácil es lo que ha hecho esta ministra: tirar el balón fuera, o sea, trasladar la responsabilidad del control de los contagios a los propios pacientes. En su intervención no ha hecho ni mención a reforzar los recursos humanos y materiales de la sanidad pública ni a incrementar el gasto médico.

Volvemos a las andadas, de la última pandemia no hemos aprendido nada ni hemos adoptado medidas de contención tan elementales como mejorar la casi inexistente atención primaria. Prefieren que, como ya ha pasado, la lucha contra los virus se lleve por derroteros economicistas que desencadenen otras muchas dolencias, como las psíquicas; para las que, por cierto, tampoco hay planes para enfrentarlas con mayores y mejores recursos.

Como venga otra pandemia realmente grave ya sabemos que sobrevivirá un puñado de ricos, a los demás les tocará palmar, como lo hicieron en 2020 y 2021 los pobres ocupantes de muchas residencias de ancianos, o experimentar los daños colaterales. Los desaprensivos que gobiernan el mundo en la sombra ya tienen la solución a la superpoblación.