11 mayo 2025 (2): León XIV
- Javier Garcia
- hace 3 días
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Actualizado: hace 1 día
Ha acabado el duermevela de católicos y esotéricos, "habemus papam". El nuevo sumo pontífice cristiano es norteamericano y, por vez primera, tiene la misma edad que yo, lo que me inquieta sobremanera, ya que este cargo no está pensado para que dure muchas décadas; qué frustración, hubiera deseado que por lo menos tuviera 75 primaveras, a la manera de los mundanos líderes actuales, que me habían devuelto a la categoría juvenil.
Los periódicos de por aquí afirman que es contrario a las políticas trumpistas y que su pontificado puede ser continuista en la labor de renovación de la Iglesia Católica que, afirman, emprendió Francisco. Yo albergo algunas dudas, en su presentación al orbe volvió a la indumentaria al uso para la tal ceremonia y eligió un nombre que recuerda a uno de los papas más reaccionarios de los últimos tiempos (sí, pese a la buena crítica actual de algunos, León XIII rechazaba el socialismo y el sindicalismo, y fundaba su supuesto apoyo a los obreros en la pura caridad y el paternalismo).
En cualquier caso es la cabeza visible de una institución incompatible con el progresismo, así que, como ya apunté a la muerte de su predecesor, me conformo con que no sea una marioneta del sistema y no alinee a su gente con el proyecto neoliberal.
Le tocará desempeñar su cargo en medio de unas circunstancias nada estables. La inercia de cierto bienestar que alumbró la resurrección desde las cenizas de la Segunda Guerra Mundial se ha disipado y la gente joven trabajadora debe luchar, no para mejorar su status de antaño, sino simple y llanamente para recuperar el que se gozaba hace tres décadas.
En cualquier caso este planeta hace tiempo que no se rige por las encíclicas vaticanas. El catolicismo se está debilitando hasta en sus bastiones antaño inexpugnables, y de eso creo que el señor Prevost (si traducimos su apellido al castellano nos percatamos de que estaba predestinado) sabe algo por sus décadas pasadas en Perú, sobre todo de la feroz competencia de las distintas sectas protestantes, instrumentos del más ultramontano fascismo y, como agustino, del escaso tirón que ahora tiene elegir la carrera eclesial y servir al único estado global que todavía mantiene una estructura de poder bien definida.
Eso del bando contrario, en el propio habrá de calmar las inquietudes del clero inmovilista al tiempo que frenar el deseo de los híper modernos de que géneros y sexos variopintos puedan lucir las mismas sotanas que los varones sin mácula; y tal pretensión es incompatible con la tradición de dos milenios.
Ante la injusticia y la desigualdad pronunciará bonitas palabras, y vendrá el siguiente (que todavía me pille con el metabolismo activo y gane en la carrera personal con el de Chicago, amén).
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