10 noviembre 2024 (2): Donald se merendó a Kamala
- Javier Garcia

- 10 nov 2024
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Este pasado martes los norteamericanos han elegido a su cuadragésimo séptimo presidente que, no desvelo nada que no sepáis, va a ser Donald Trump.
La victoria ha sido clara, la actual vicepresidenta no ha convencido a los electores; de hecho, sus reales posibilidades, me temo, fueron exageradas cuando fue nombrada candidata demócrata tras la renuncia de Biden.
En un artículo anterior ya comenté mi impresión de que en los Estados Unidos da igual quién esté en la presidencia porque se hace lo que exigen las grandes empresas. Me reafirmo en ello; de hecho, después de conocerse el resultado de los comicios, han mejorado todos los índices financieros, incluyendo los de la deuda pública.
Queda también archidemostrado que a los mandamases, y a la ciudadanía, no los mueven consideraciones liberales en torno a los derechos de las minorías, sino la economía... ¡imbéciles! Y en esta ocasión han ganado los negocios que beneficiaba Trump y perdido los que protegía Harris... that's all, folks!!!
A la victoria del increíble hombre naranja ha contribuido, sin duda, la desmovilización de la mínima izquierda que aún subsiste en el país del capitalismo feroz. Y es que se hace muy difícil votar desde la solidaridad con los débiles a quienes solo les han importado los datos macroeconómicos, mientras la gente corriente pierde nivel de vida por la subida de los precios sin respuesta de los salarios, y sostienen genocidios con sus armas y dinero, por mucho que se disfracen de "progres" y ondeen la bandera de la modernidad. De hecho, tengo que reconocer que abrigo más esperanzas de que se reduzca el intervencionismo yanqui en el exterior de la mano del republicano que si hubiera ganado la demócrata. Aclaro que soy solo un poco menos pesimista respecto de los conflictos en el mundo, aunque no dudo de que nada va a cambiar en el Oriente Medio.
El nacionalismo a ultranza de la nueva administración gringa debería espolear a la rancia Europa para, de una vez, y tras ochenta años de dependencia, emanciparse del amigo americano y tener economía, política y defensa propias (y no es la OTAN el vehículo para lo último). De modo que juguemos en la liga mundial en condiciones de igualdad, y con ánimo de cooperar para el mutuo beneficio, no de guerrear, con los grandes actores globales: los propios Estados Unidos, China, los otros BRICs y las potencias del Pacífico.

la verdad, no veo cómo los europeos podrían sacudir la dependencia americana sin conllevar cambios radicales... y creo que no estamos en esas si vemos los últimos resultados de las elecciones europeas y quien dirige la Comisión