1 septiembre 2024 (1): Justicia y sus interpretaciones
- Javier Garcia

- 1 sept 2024
- 2 Min. de lectura
Daniel Sancho, de ilustre saga de actores españoles, confesó que mató y descuartizó al médico colombiano Edwin Arrieta en Tailandia y, en este mismo país, ha sido juzgado y condenado a cadena perpetua y a pagar a la familia de la víctima algo más de cien mil euros al cambio.
Ahora que se ha conocido la sentencia también hemos sabido de la ayuda del Gobierno Español al reo en su proceso, que puede durar más de dos años, hasta que agote todas las instancias.
Me sorprende ese apoyo. Entiendo que se auxilie a alguien sin recursos económicos y amenazado por una sentencia a muerte, incompatible con el código penal español, que considera inhumano ese castigo, pero el señor Sancho ha sido sentenciado a cadena perpetua, pena muy similar a nuestra prisión indefinida revisable y congruente con el delito que se le imputa; por otro lado, el ordenamiento jurídico tailandés le va a ofrecer varias posibilidades de recurrir a tribunales superiores, derecho que sin duda podrá ejercer, dada la situación económica, indiscutiblemente acomodada, de él y su familia; sobre todo después de haber percibido una importante suma por el documental “El caso Sancho”.
Resumiendo, el señor Sancho tiene sus derechos, y su patria de origen la obligación moral de tratar de garantizarlos, aun fuera de su jurisdicción, pero eso no obsta para que también se tenga que ser respetuoso con la justicia impartida en otros países y ecuánime a la hora de socorrer a otros reos menos mediáticos, que también penan fuera de nuestras fronteras.
Deberían ayudar en ese propósito de facilitar las cosas a la justicia los medios de comunicación que, en ocasiones como esta, han de evitar el despeñarse por el insondable precipicio del racismo cuando opinan sobre víctimas, policías y jueces de naciones alejadas cultural y socialmente de nosotros.
Deseo la mejor de las justicias al señor Sancho y a su familia unas condiciones de relación adecuadas para con su ser querido.

Comentarios