22 junio 2025 (1): Delenda est Cartago

Cuando por estos lares nos regocijábamos con el perfume de los tilos en flor, Israel iniciaba un ataque preventivo (como el de la canción punk que lo atribuía a la URSS, pero en serio) contra Irán. Así que ya hace algo más de una semana que la guerra de Oriente Medio se ha extendido y amenaza con globalizar, una vez más, las tensiones en esta sensible, e inestable, parte del mundo.

Igual que Moscú cuando atacó Ucrania, Tel Aviv ha calificado la iniciativa como defensiva y, contrariamente a lo que sucedió entre las patrias eslavas, el occidente servil se ha tragado la "justificación" esgrimida por el gobierno de Netanyahu.

En realidad el desmontaje del régimen de los ayatolás ha sido un sueño húmedo de los globalistas desde que el sah de Persia fuera depuesto por el movimiento de los clérigos chíes, encabezado entonces por Jomeini y hoy por Jamenei. Así que solo han tenido que concurrir el fortalecimiento de una de las partes y el debilitamiento de la otra, por numerosas causas internas y externas, para que quienes lo deseaban fervientemente se hayan decidido a emprender el ataque.

Como en casi todas las guerras de nuevo cuño, lo que está ocurriendo es que unos y otros se lanzan misilazos, en la confianza de que el impacto económico de la destrucción ocasionada y la desesperación de una población civil sometida al terror cotidiano disuadan al contrario de defenderse o de atacar. Pero, como demuestran varios de los otros conflictos aún vivos a lo largo y ancho de este machacado globo, todavía se hace necesario el asalto final de la infantería y la toma de territorio por humanos para decantar definitivamente una guerra en favor de cualquiera de los bandos enfrentados. Y ahí se enquista la refriega, porque salvo en los casos en los que la mayor parte de la población sufre de pobreza extrema, la juventud es cada vez más renuente a derramar hasta la última gota de su sangre por la patria.

Por esta, y por las eternas razones de humanidad que siempre esgrimo, ruego una vez más, y no sé si con iguales nulos resultados que en otros casos, que la gente involucrada se siente a hablar y halle una salida pacífica a la actual situación. Continuar con el golpeo desde el aire no traerá más que dolor y odio.

Desafortunadamente, esta misma noche se ha unido al disparate la intervención de Estados Unidos, atacando igualmente las supuestas instalaciones nucleares iranís. Esto significa dos cosas: la pretendida autonomía defensiva de Israel es una broma, y no es capaz de lidiar con éxito enemigos de cierto pelo y, en segundo lugar, que el conflicto entre el sionismo y la vieja Persia no ha sido sino un pretexto para saldar cuentas históricas, sin que importe si había o no justificación para la tal actuación.